Mis viajes soñados junto a Viaja Vip.

Desde que empecé a estudiar para ser agente de viajes, soñaba con visitar lugares llenos de color, cultura, aventura y magia: La Guajira, Jamaica, Santorini y Cuba. Cada vez que atendía a un cliente y le ofrecía alguno de estos destinos, en el fondo me imaginaba a mí misma allí, con un brillito de ilusión en los ojos. Sentía esos sueños tan cercanos... y al mismo tiempo, tan lejanos. 

Para mi gran suerte, la vida me trajo a Viaja Vip, una agencia que no solo ofrece viajes, sino también oportunidades de crecimiento y de cumplir sueños. Y así fue: mi primer viaje de trabajo fue a uno de esos lugares que siempre había anhelado.

¡Sí señores, a la Guajira! Mi corazón no podía con tanta emoción: ¡iba a conocer uno de mis destinos soñados! Y no de cualquier manera, sino hospedándome en el Wayira Beach Hotel, uno de los lugares más "instagrameables" de la región. Solo pensaba en las fotos exóticas que iba a tener en mi perfil.

Todo fue tal cual como se lo vendía a mis clientes: atardeceres que parecían pinturas y días llenos de aventuras, hasta manejé una cuatrimoto en medio del desierto (sin tener ni idea de cómo se manejaba y muerta del susto), momentos inolvidables como cuando conocí de cerca la cultura Wayúu, o aquella anécdota en que una cabra me persiguió en plena ranchería intentado quitarme un pedazo de carne.

La amabilidad de los empleados del hotel, las sonrisas sinceras de los niños en el Cabo de la Vela… todo era aún más maravilloso de lo que había imaginado. Definitivamente, ¡un destino imperdible!

Ya son dos años junto a Viaja Vip, llenos de experiencias: viajes, fiestas inolvidables, amistades que se quedan en el corazón (y algunas que se fueron), frustraciones y muchos logros. Hasta que, un día, anunciaron un nuevo viaje... y cuando escuché el destino casi me desmayo:

¿Adivinan cuál era? ¡JAMAICA! ¡Dios mío, no lo podía creer!

Jamaica era uno de los destinos más soñados y más inalcanzables de mi lista, y es que salía un poco de mi presupuesto…. Y de repente, gracias a Viaja Vip, lo iba a conocer por muchísimo menos de lo que yo imaginaba.

¿Y en qué condiciones? ¡En las mejores! Hospedándonos en uno de los resorts más famosos: un RIU, reconocido por sus fiestas temáticas, su increíble variedad de restaurantes, habitaciones con dispensadores de licor y, por supuesto, todo incluido. ¿Qué más podía pedirle a la vida?

Cuando aterrizamos, la vibra de Jamaica se siente de inmediato: las canciones de Bob Marley suenan por todas partes, y la amabilidad de la gente te envuelve. Eso sí… El pequeño detalle es que todo el mundo habla inglés, y yo apenas sabía decir "Hi" y "Thank you". No sé cómo, pero ¡lo logré!

La habitación era gigantesca y, para rematar, ¡tenía vista al mar! Despertar cada mañana con el sonido de las olas y ese mar turquesa frente a mis ojos era simplemente indescriptible. La fiesta temática del hotel superó todas mis expectativas, la comida era deliciosa, el parque acuático fue una experiencia increíble (aunque, no les miento, me ganó un poquito el miedo jejeje), y los mojitos… ¡ay, los mojitosss!

Jamaica no fue solo un viaje; fue una prueba de que los sueños sí se cumplen, a veces incluso de formas mejores de las que uno imagina. Y todo esto, gracias a Viaja Vip.

Por Manuela Jaramillo.

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